Una de Arthur Conan Doyle
Estás en el laburo aburrida y mirás fotos en el facebook sólo para que el tiempo pase más rapido. La cosa se está tornando repetitiva pero seguís porque te da pereza pensar otra actividad más productiva para llevar a cabo. Hasta que, de repente, ves un nombre que te suena familiar, recordás, atás un cabo, vas a otra página a corroborar lo pensado y ¡Eureka! ¡Los cuerpos en el agua flotan! Puede parecer una estupidez pero ¿quién me quita la satisfacción de haberme sentido Sherlock Holmes por un ratito?